La alergia es una reacción desproporcionada del cuerpo a un estímulo externo. En nuestro caso, nos ocupamos de las alergias respiratorias (las que se producen por la entrada del alergeno a través de las vías respiratorias), no de las alimentarias o de contacto. Los síntomas se producen cuando el paciente entra en contacto con el polen de una planta, ácaros del polvo o pelo de animal y los síntomas se concentran en la vía de entrada; si se respira por la nariz, los síntomas son picor nasal, estornudos y moqueo de abundante moco claro; si se respira por la boca, se produce picor de garganta y tos irritativa.

Una vez se sospecha el diagnóstico, éste se confirma mediante análisis de sangre (RAST) o de reacción cutánea (Prick test), que nos indicará a qué se es alérgico. Para el tratamiento disponemos de antihistamínicos orales, corticoides nasales e incluso cirugía mínimamente invasiva (tunelización de cornetes mediante radiofrecuencia), entre otras.

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