
¿En qué consiste? ¿Cuánto dura?
Para estudiar la función del laberinto utilizamos un reflejo llamado “reflejo vestíbulo-ocular” que se produce entre el laberinto y los ojos (es el reflejo que nos permite leer un cartel desde un coche, ya que envía información sobre el movimiento del cuerpo a los ojos para que éstos puedan moverse y compensarlo, permitiéndonos mantener la vista fija en un punto aunque nos movamos). Este reflejo es el responsable de que cuando tenemos un vértigo aparezca un movimiento involuntario de los ojos llamado “nistagmo”.
El Test de Impulso Cefálico consiste en obtener un gráfico del movimiento del ojo (nistagmo) con una cámara de vídeo que se coloca sobre los ojos mediante unas gafas parecidas a las de bucear. Se estimula el conducto semicircular horizontal moviendo la cabeza del paciente de forma suave pero rápida hacia un lado y luego volviendo al centro (provocando sacudidas compensatorias del ojo o sacadas). Del estudio de dicho gráfico es de donde obtenemos la información necesaria para valorar la función de cada uno de los conductos semicirculares horizontales y realizar un diagnóstico.
¿Cómo se debe preparar el paciente antes de realizar esta prueba? (si se usa anestesia o algún tipo de líquido contraste, si el paciente debe de estar dos o tres horas antes despierto…)
El paciente no precisa preparación alguna para la realización de la prueba; en todo caso, es recomendable que no tome ninguna medicación para el vértigo el los días previos a la prueba. También es recomendable que venga acompañado a la prueba, ya que en ocasiones el paciente puede marearse durante la misma.
¿Qué patologías se pueden detectar con este método?
Las que afecten al funcionamiento del conducto semicircular horizontal. Muy útil para el diagnóstico diferencial de la neuritis vestibular y problemas vasculares.
¿Pueden tener los pacientes alguna molestia una vez realizada?
La prueba es muy rápida y completamente inocua, aunque algún paciente puede sentir algo de mareo tras la prueba.