El colesteatoma es una enfermedad benigna pero localmente agresiva, algo parecido a una caries. Se produce un acúmulo de piel en una “bolsa” que genera la matriz del colesteatoma que, al crecer, va destruyendo todas las estructuras que le rodean; además es fuente de infecciones de repetición.
Los síntomas que produce están relacionados con las estructuras que va destruyendo (pérdida de audición al destruir la cadena de huesecillos; vértigo al destruir el laberinto; parálisis facial al erosionar la cubierta del nervio facial, meningitis al comunicar el oído con la cavidad endocraneal y posibilitar la entrada de infecciones), aunque a veces puede producir molestias en el oído (el dolor intenso casi siempre se presenta con la infección).
El diagnóstico se realiza en consulta mediante la otoscopia y con un TAC del oído y la mastoides, que ayuda a confirmar el diagnóstico y a valorar cuanto se ha extendido por el oído. El tratamiento es la extirpación quirúrgica, aunque si se detecta en etapas muy precoces se puede intentar controlar con limpiezas periódicas lo que, al menos, limita las infecciones.