El conducto auditivo externo no es un tubo recto, sino que presenta una angulación lo que provoca que la pared anterior tape la parte anterior del tímpano. En el campo quirúrgico (donde se trabaja con un microscopio) eso representa que, en algunos casos, una perforación timpánica no se ve en su totalidad impidiendo el acceso a esa zona; en esos casos, para cerrar una perforación anterior del tímpano es necesario un abordaje retroauricular (mediante una incisión amplia detrás de la oreja) lo que nos permite ver la perforación completa (imprescindible para realizar la intervención correctamente) pero es mucho más molesto para el paciente que debe llevar un aparatoso vendaje y realizar más curas.

El uso de endoscopios ya es muy frecuente en consulta, para exploración, y en quirófano para cirugía nasal. La aplicación en la cirugía otológica nos permite mejorar la visión y el acceso a zonas complicadas a través del conducto auditivo sin tener que realizar incisiones externas.

Noticias relacionadas del Blog OidoNarizyGarganta.es: