¿En qué consiste? ¿Cuánto dura?

La audiometría tonal pediátrica consiste en la medición subjetiva de la audición del paciente mediante la emisión de sonido. El paciente es colocado en un entorno acústicamente aislado (normalmente una cabina) y se le colocan unos cascos en los oídos. A través de dichos cascos se emiten sonidos a determinadas frecuencias y a un volumen progresivo, de manera que cuando el paciente los oye pulsa un pulsador y se anota el resultado que se va anotando en una gráfica (vía aérea) que mide lo que oye el paciente a través del conducto auditivo. En ocasiones, para evitar que el paciente se confunda de oído, por un auricular se emite el estímulo mientras por el otro se emite un ruido blanco o enmascaramiento. Otra parte de la audiometría pediátrica es la medición de la vía ósea, que se realiza colocando un vibrador detrás de la oreja (mastoides) y mide la capacidad auditiva del oído interno, independientemente de cómo estén el oído externo y el medio. En este caso también puede enmascararse el otro oído con un ruido blanco emitido a través del auricular.

Normalmente es una prueba sencilla que se realiza en unos minutos, pero si se mide la vía aérea y la ósea puede durar un poco más. En algunos casos puede prolongarse más (pacientes con pitidos en los oídos, pacientes mayores o niños que no entienden la dinámica de la prueba).

¿Cómo se debe preparar el paciente antes de realizar esta prueba? (si se usa anestesia o algún tipo de líquido contraste, si el paciente debe de estar dos o tres horas antes despierto…)

No se requiere preparación alguna, sólo una otoscopia previa para asegurarse de que los oído no tiene tapones o infecciones que interfieran la exploración.

¿Qué patologías se pueden detectar con este método?

En caso de patología del oído externo o medio (con la otoscopia alterada) la audiometría mide la cantidad de pérdida de audición que causa el problema. En el caso de patologías del oído medio o interno (con otoscopia normal) la audiometría es la exploración que detecta y cuantifica el problema, siendo la base para decidir si es necesario iniciar algún tratamiento

¿Pueden tener los pacientes alguna molestia en los oídos una vez realizada?

Es una prueba completamente inocua. En algunos pacientes con pérdidas importantes de audición, el ruido fuerte puede ser molesto, pero en ningún caso perjudicial.

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